Ayer el Real Madrid empató en el Santiago Bernabéu en un dantesco partido donde los de Ancelotti sacaron su peor versión ante un Rayo que solo tuvo que vivir cómodo en la defensa para desbaratar el peligro merengue. El conjunto merengue sigue sin encadenar buenos partidos a nivel de juego y dejando claro que, si Bellingham no aparece para salvar los muebles, ningún otro jugador tiene la capacidad de vestirse de héroe blanco. Ayer se vio hasta un Vini caído en desgracia, que parece estar más pendiente de sus trifulcas que de rendir en el terreno de juego.
Y es que ya hasta los periodistas que defendieron a Vinicius hasta el final lo señalan y lo critican, “VINICIUS debe dejarse de BATALLAS PERSONALES y ANCELOTTI debe hacer CAMBIOS ANTES” espetó José Luis Sánchez ayer en El Chiringuito con unas palabras que más de un madridista firmaría ahora mismo y es que, la realidad, es que no vemos al Vinicius del año pasado, con apenas 2 goles en su haber y con una caída en el porcentaje de regate realmente preocupante, parece estar más preocupado de sus disputas personales y calentadas con jugadores rivales que del partido en sí.
Vini caído en desgracia, se queda sin apoyos en la prensa

Y la realidad es que el madridismo ya se empieza a cansar del nuevo 7 blanco, quien sigue en un apático momento, al igual que su compañero Rodrygo Goes, quienes parecen insustituibles en el 11 blanco mientras jugadores como Brahim o los chavales de la cantera no cuentan con ni un minuto de manos del entrenador italiano. Todos apoyamos a Vinicius tras lo acontecido en Mestalla y la sucia campaña contra el jugador que desde allí comandan, pero lo cierto es que todos le pedimos cabeza fría al carioca, que se deje de peleas y se centre en jugar. Sin embargo siempre termina igual.
Desesperado, enfadado con el mundo y en constante peleas con los rivales, el brasileño se sale mentalmente del partido, dejando imágenes que nadie llega a entender como en El Clásico, donde se puso a discutir con Xavi Hernández mientras seguía el partido o celebrando la victoria en su cambio, cuando aún quedaban minutos con el riesgo de un empate del Barcelona. Acciones que todos le pedimos que deje de protagonizar, que se centre en jugar al fútbol y se olvide de peleas, hasta el propio Bellingham le aparta varias veces de estas o le pide cabeza, sin embargo Vini parece no terminar de madurar.