A pesar de que el resultado al final de los 45 primeros minutos en Montilivi (0-2) presagiaba algo totalmente distinto, solo era otro cimiento más en la leyenda futbolística en la que Míchel está empeñado en convertir al Girona. A pesar del incidente entre David López y el colegiado Ortiz Arias, con acusaciones de insultos por parte del primero, y respuesta contundente del CTA para defender al segundo, el protagonismo al final de los 90 minutos, fue para el fútbol. Sigue el “efecto Míchel“
El resultado final de 5-2 con el que el equipo de Míchel volteaba el resultado adverso cosechado al principio, permite seguir soñando a un equipo que, cada día más se aleja del sueño y se acerca de la realidad. Que tras 10 jornadas disputadas, el equipo gerundense esté empatado a puntos con líder, el Real Madrid, y sacando uno de distancia ni más ni menos que al actual vigente campeón de liga, el FC Barcelona, no es como para tomarlo a broma.
El Girona sigue haciendo historia
Que además los caprichos del calendario hayan querido que Real Madrid y FC Barcelona se enfrentan en la siguiente jornada significa que uno de ellos (o quizá los dos) puedan quedar descolgados si el equipo de Míchel vuelve a hacer de la suyas.
Una derrota madridista podría concederles hipotéticamente el liderato, mientras que una derrota blaugrana podría significar afianzar la cabeza poniendo tierra de por medio con respecto al equipo de Xavi. No hay que olvidar, además de este fulgurante comienzo de temporada, que el Girona teniendo en su adeudo el convertirse en el segundo equipo de Catalunya, tras el descenso del Espanyol.
Una labor de representación de su geografía, que está llevando a cabo mucho mejor de lo que incluso los más optimistas hubieran pensado.
Por de pronto y hasta que llegue el sábado de El Clásico, toca el Celta, el viernes, lo que significa que antes de poder hacer cuentas, tocará batirse el cobre contra un rival que viene ni más ni menos que de poner otro clavo en su propia tumba en su lucha por el descenso (tras caer con estrépito frente al Atlético de Madrid 0-3). Un escollo, a priori salvable, que el Girona tratará de solventar con su magnífica y comprometida afición como testigo.