Nueva información alrededor del culebrón Mbappé, esta vez de la mano de Andrés Onrubia, corresponsal del diario AS y la cadena SER en el fútbol francés, quien ha querido acercar al madridismo la situación que se vive desde Qatar, quienes estarían presionando al presidente del PSG, Nasser Al khelaifi, para que consiga poner punto y final a todo este culebrón.
La estrategia de Mbappé está llegando más lejos de lo que podríamos pensar, desesperando no solamente a Al Khelaifi, sino llegando a poner en jaque al mismo Emir de Qatar, el cual estaría ya tan cansado que es el culpable de una gran parte de la presión que está recibiendo el presidente del club francés, quien ve como desde Doha le dan órdenes claras que él no consigue terminar de cumplir.
Tal y como informa Onrubia: “Qatar y Al Khelaifi lo han intentado TODO para presionar al jugador, esperando ver cual era su reacción, pero él lo ha ignorado todo“. Un hartazgo que está llevando la paciencia de los qataríes al límite, quienes han regalado los oídos del francés con contratos sonrojantes a nivel de números económicos y con cláusulas de todo tipo con tal de que acepte la renovación, pero Mbappé lo ha rechazado todo.
Desde Qatar no entienden a Mbappé.

Desde Qatar hasta París se sienten traicionados, no entienden la actitud de un Mbappé al que, según ellos, le han dado todo. Los qataríes no entienden por que ese constante deseo de querer salir a reforzar a un rival directo a la Champions cuando ellos fueron los que apostaron por él tras su explosión en el Mónaco y quienes le han puesto en el panorama como uno de los mejores del mundo, llegando a una final de Champions que perderían contra el Bayern de Múnich.
Y es que los qataríes siguen con esa mentalidad en la que piensan que pueden comprarlo todo con dinero, incluyendo la voluntad del jugador, y que no aceptan otra cosa que no sea ver cumplida su voluntad, una forma de pensar que choca frontalmente con el mundo del fútbol tan arraigado en Occidente. Por todo ello ha sido la estrategia blanca, la cual está llevando al límite a los dirigentes parisinos hasta forzarles a claudicar a los pies de Florentino.