Ayer por la noche se entregó el Balón de Oro, un premio individual con el que se galardona al mejor jugador de la pasada temporada y que, como de costumbre, estuvo cargado de polémica, siendo considerado por algunos como uno de los mayores robos del siglo. Por 8ª vez se entregó a las manos de Leo Messi, quien más allá del Mundial de los 5 penaltis de Argentina, no apareció con el PSG, mientras que Erling Haaland se coronó con la 1ª Champions en la historia del City como máximo goleador y la Premier League rompiendo el récord histórico de goles. Una situación que muestra a Mbappé el por qué debe abandonar el PSG y poner rumbo a Madrid.
Y es que la realidad es que Mbappé protagonizó una mejor temporada que el argentino, siendo la pieza clave del mismo equipo por entonces que Messi, llevando a su equipo a la final del Mundial y marcando en ella un Hat-trick que nos llevó hasta la tanda de penaltis. En definitiva participando en el mismo club más y mejor que el argentino y con un Mundial muy superior, el francés se quedó más que alejado del Balón de Oro, viendo como tanto Haaland como Messi se posicionaban sobre él.
La marca PSG no supone prestigio para Mbappé

El delantero parisino ve como la marca PSG y los logros que consiga con el equipo de la capital francesa no significan nada a la hora de su valoración mundial, donde jugadores como Erling Haaland ya le supera ampliamente no solamente a un gran rendimiento, si no a realizarlo en un equipo de primera categoría como es el Manchester City. El ariete galo debe entender que, por mucho que haga, nunca ganará el Balón de Oro ni trascenderá a la historia del fútbol mientras siga en el PSG, de donde solo podría pasar a la historia si ganase un “sextete” rompiendo todos los récords de goles y, viendo la deriva de los parisinos, parece algo más que inviable.
Por ello Mbappé debe empezar a tomar las riendas de su carrera y decidir en qué quiere quedar, un jugador más que ganó mucho dinero y dejó la vida resuelta para sus futuras generaciones o un jugador que retumbe en la historia de la mano del Real Madrid, el club más grande de la historia y donde podrá no solamente optar a ganar la Champions cada año, si no que entrará en la caterva de favoritos de todos los premios individuales, donde podrá unirse a nombres como los de Cristiano, Modric o Benzema, últimos balones de oro madridistas.