Nuevo escándalo en la FIFA, que vuelve a ser protagonista de otro escándalo, tal y como informan desde The Guardian, de quienes se hacen eco en El Español. La máxima organización del fútbol a nivel mundial vuelve a las portadas de los medios por otra trama de corruptelas que salpica al ente futbolístico, allanando el camino para que se termine de establecer la Superliga ante el hartazgo existente en contra de un organismo que solo da malas noticias a los aficionados al fútbol de todo el mundo.
La última de ellas está referida a la exención del pago de impuestos en suelo australiano tras el Mundial femenino. Tanto la FIFA de Infantino como su empresa filial no tuvieron que abonar las tasas correspondientes tras llegar a un acuerdo con los organismos correspondientes, algo que ha causado la ira de las federaciones participantes en el torneo. Esto se debe a que las jugadoras sí que tuvieron que tributar parte de sus ingresos, llegando a pagar el 32,5% de lo generado en concepto de tasas. Algo que ha levantado ampollas especialmente en las federaciones africanas. Es decir, negociaron exenciones para el organismo, pero no para las futbolistas.
De nuevo la FIFA protagonista con un escándalo
Además, esto se añade a la decisión de excluir a Brasil de sus competiciones internacionales por la injerencia política en la Federación o la decisión de otorgarle a Arabia Saudí la cita de 2034, tras aunar en el de 2030 partidos en hasta tres continentes (Europa, África y América).
Algunos de los casos más sangrantes donde se ha producido este gran contraste ha sido con la selección de Nigeria. Las jugadoras del combinado africano tuvieron que abonar cerca de 42.500 dólares en concepto de tasas. Una cantidad más que notable teniendo en cuenta que se llevaron un total de 60.000 dólares.
“Dado que la FIFA pudo negociar exenciones de retención de impuestos con el gobierno australiano para su beneficio, resulta desconcertante que esto no se extendiera a las mismas personas que ayudaron a generar los ingresos del torneo. Al adoptar este enfoque, los jugadores han tenido que cargar con la carga, a diferencia de la FIFA, que ha tratado de ser los beneficiarios”, añade Gill. “Muchas de las jugadoras de esta generación tendrán que esperar otros cuatro años para ganar el mismo premio en metálico que los profesionales masculinos“. Indican desde el dicho medio.