El Manchester City se enfrenta a una posible sanción histórica en el marco de una investigación sobre presuntas irregularidades financieras. Una comisión independiente ha propuesto una medida radical: si el club es declarado culpable de infringir las normas de la Premier League, se le obligaría a devolver todos los títulos obtenidos entre 2009 y 2018, los cuales serían otorgados a los respectivos subcampeones de cada temporada, suponiendo esto un palo histórico para su entrenador y figura principal, Pep Guardiola.
Una propuesta sin precedentes en la Premier League
La Premier League ha estado investigando al Manchester City por presuntas violaciones al Fair Play Financiero (FFP) y otras irregularidades contables durante casi una década. Según los resultados preliminares, el club podría haber inflado sus ingresos comerciales y ocultado pagos a jugadores y entrenadores. De confirmarse estas acusaciones, la sanción propuesta por la comisión sería un castigo sin precedentes en la historia del fútbol inglés.
El club, que ha sido uno de los más dominantes en la Premier League durante los últimos años, podría verse despojado de títulos como las ligas ganadas en 2012 y 2014, entre otros. Esto significaría que los subcampeones de cada temporada, como el Manchester United y el Liverpool, podrían recibir retrospectivamente los trofeos que les corresponderían si el Manchester City es hallado culpable.
Un impacto profundo en la historia del fútbol inglés
Si se implementa esta medida, el impacto no solo afectaría al Manchester City, sino que también cambiaría el curso de la historia reciente de la Premier League. Clubes como el Manchester United y el Liverpool, que lucharon intensamente por el título en esas temporadas, podrían verse beneficiados directamente. Sin embargo, la decisión también podría generar controversia en el mundo del fútbol, ya que implicaría reescribir los registros de casi una década de competición.
El Manchester City de Guardiola niega las acusaciones
Por su parte, el Manchester City ha negado consistentemente todas las acusaciones y se ha comprometido a cooperar plenamente con la investigación. El club afirma que sus finanzas están en regla y que no ha infringido ninguna norma de la Premier League. No obstante, si la comisión independiente determina lo contrario, el castigo podría cambiar drásticamente el panorama del fútbol inglés.
En definitiva, la resolución de este caso podría marcar un antes y un después en la gestión de la Premier League y en la manera en que se sancionan las infracciones financieras.
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