La segunda palanca financiera impulsada por Joan Laporta en su retorno a la presidencia del Barça continúa siendo motivo de preocupación para el club catalán. Dos años después de la venta del 49% de Barça Studios a través de Bridgeburg Invest, el club ha recibido solo 65 millones de los 200 millones acordados, lo que pone en duda la viabilidad financiera de la operación y deja en el aire un pago pendiente de 135 millones.
Un calendario de pagos incumplido
El acuerdo inicial, firmado en 2022, establecía que los inversores ya deberían haber abonado un total de 140 millones a estas alturas. Sin embargo, hasta ahora, Bridgeburg Invest solo ha desembolsado 65 millones. Según el calendario, el próximo vencimiento se ha prorrogado hasta el 15 de septiembre de 2024, mientras que el último pago de 60 millones está previsto para el 15 de junio de 2025.
Entre los fondos de inversión involucrados, Libero Football Finance y Vestigia se comprometieron a cubrir parte de los pagos pendientes, pero la falta de cumplimiento de Libero en la entrega de 40 millones ha complicado aún más la situación financiera del club.
La aportación de Aramark y la apuesta por los sponsors
Recientemente, la sociedad Aramark aportó 40 millones de euros, pero solo 25 millones se destinaron al negocio digital gestionado por Bridgeburg Invest. Los 15 millones restantes forman parte de un acuerdo relativo a los servicios de catering en el nuevo Camp Nou, con otros 15 millones aportados por la empresa americana Legends. Esta inyección ha aliviado parcialmente la situación, pero no es suficiente para cubrir los compromisos financieros adquiridos.
Con el negocio de Barça Visión en una situación precaria, Joan Laporta ha dirigido su mirada hacia los sponsors del club para salvar la situación. Nike, Spotify, Ambilight TV, Cupra y la propia Aramark son consideradas potenciales salvadoras del proyecto. Hasta ahora, solo Aramark ha cumplido con su parte, lo que deja una deuda pendiente de 135 millones que el Barça necesita cubrir.
Un futuro incierto para el Barça
El incumplimiento de los pagos por parte de los inversores pone en riesgo no solo la estabilidad financiera del Barça, sino también su capacidad para operar en el mercado de fichajes. La estrategia de Joan Laporta de atraer a grandes marcas para que asuman parte de este negocio refleja la gravedad de la situación. Con el reloj en contra, el club está presionado para asegurar estos fondos, ya que la falta de liquidez podría tener consecuencias severas para su futuro económico.
Mientras tanto, el Barça sigue luchando para inscribir a jugadores como Dani Olmo, enfrentando las estrictas regulaciones de LaLiga y la incertidumbre sobre los pagos pendientes de Bridgeburg Invest. Con un ojo puesto en el calendario, Joan Laporta y su equipo buscan desesperadamente soluciones para mantener a flote el proyecto financiero que, hasta ahora, ha resultado más problemático de lo esperado.
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