La celebración telemática de la Asamblea del Fútbol Club Barcelona terminó, como no podía ser de otra manera, con bronca. Y no, no nos referimos a una bronca literalmente, sino a la diferencia de opiniones entre el presidente del club azulgrana y alguno de los socios compromisarios como Jaume Llopis o Marc Siria, que este fin de semana sacaba un artículo espectacular en La Vanguardia, al respecto de todos los desmanes de orden financiero económico y deportivo que se habían llevado a cabo durante las últimas campañas, y que podrían dar con los huesos del Fútbol Club Barcelona ,ni más ni menos, que el Barça caiga en la quiebra total.
El socio y financiero del equipo culé, advertía de los 700 millones de euros que el equipo de Laporta tiene que devolver antes de los próximos 12 meses además de hacerse eco de la deuda acumulada de 2.700 millones de euros que está conformada por los 1.300 heredados de la época de Bartomeu, más los 1400 pedidos para llevar a cabo la reforma del Espai Barça.
El Barça mostró una imagen lamentable en la Asamblea

Si a esto le sumamos que el club, a pesar de generar más de 850 millones de euros, tiene gastos que superan dicha cantidad como en cualquier tipo de economía familiar esto sería la más absoluta ruina, teniendo en cuenta que, como el propio Marc Siria avisa, los gastos superan con creces a los ingresos, y que ni siquiera lo que genera el Fútbol Club Barcelona es suficiente para seguir adelante. Además de llamar la atención sobre el hecho de vender un patrimonio que estaba en el club desde hacía 125 años precisamente por las urgencias financieras que tenía. Lo cual es moralmente reprochable por parte de la parte social del club.
En cualquier caso, la cuenta atrás ha comenzado para la entidad catalana que, de una forma de otra como tendrá que buscar la manera de hacer frente a ese vencimiento de 700 millones de euros de deuda en los próximos 12 meses. De lo contrario, el equipo blaugrana podría dar un paso más allá en su crítica situación financiera, y verse obligado a refinanciar lo que le supondría una vez más, incurrir en más gasto al nivel de intereses de pago de deuda, o por el contrario, alguna medida drástica, al estilo de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva.
Desde luego un panorama, el del equipo culé coma que invita a cualquier tipo de escenario menos al más optimista