El Barça ha vivido una temporada complicada en términos de abonados tras su traslado temporal al Estadio Olímpic Lluís Companys. Desde que dejó el Camp Nou para la remodelación del estadio, el club ha experimentado una drástica disminución en su masa social. Solo 22.600 abonados han adquirido su asiento para esta temporada, una cifra preocupantemente baja en comparación con los años anteriores. Este descenso representa un duro golpe para el club, que solía liderar las cifras de abonados en España desde la ampliación del Camp Nou en 1982, durante la presidencia de Josep Lluís Núñez.
Comparación del Barça con otros clubes de la Liga
El Real Madrid, eterno rival del Barça, lidera actualmente la clasificación con 60.700 abonados, lo que refleja una sólida fidelidad en el Santiago Bernabéu. Por otro lado, el Atlético de Madrid, con su impresionante Metropolitano, sigue de cerca con 60.300 abonados. Estos números contrastan fuertemente con los del Barça, cuya cifra actual de abonados está lejos de los grandes clubes de Madrid.
El Betis se ha consolidado como el tercer club con más abonados en la Liga, con 50.000, tras la renovación de su estadio, el Benito Villamarín. Esta situación refleja el creciente entusiasmo en la afición verdiblanca, a pesar de los desafíos económicos.
La era dorada del Barça con Núñez
Durante la presidencia de Josep Lluís Núñez, el Barça vivió una de sus épocas más exitosas, no solo en lo deportivo, sino también en la consolidación de su base de abonados. En ese entonces, el club alcanzaba cifras récord de socios, asegurando que el Camp Nou estuviera lleno en cada partido.
Joan Laporta y el desafío actual
Ahora, bajo la presidencia de Joan Laporta, el Barça enfrenta el reto de recuperar la confianza de sus aficionados y, sobre todo, de aumentar nuevamente su masa social. El regreso al Camp Nou renovado podría ser clave para revertir esta tendencia negativa y devolver al club a su posición de liderazgo en cuanto a abonados se refiere. Sin embargo, el camino por delante es arduo, y Laporta deberá manejar esta situación con habilidad para devolver al club el esplendor que lo caracterizaba en la era de Núñez.