Información de Carlos Carpio para MARCA en la que avisa a Nasser Al Khelaifi de los enormes problemas que puede tener si sigue apartando al delantero del equipo y del ridículo que podría protagonizar si Mbappé utiliza esto a su favor para marcharse sin dejar ni un euro a los parisinos.
Según el famoso periodista español y subdirector de MARCA: “Al-Khelaifi tiene que tener cuidado. Si quitas a un futbolista con contrato vigente del equipo, puede presentar una denuncia y rescindirlo“.
El jugador podría llegar a cobrar la prima de fidelidad quedándose en el PSG y que, si Nasser lo aparta del equipo y le niega su derecho a jugar teniendo contrato en vigor, el delantero podría denunciar al club y rescindir su contrato saliendo como agente libre al Real Madrid y, encima, habiendo cobrado su prima de fidelidad, un ridículo histórico que podría protagonizar el máximo mandatario qatarí.

Al Khelaifi aparta a Mbappé.
La semana pasada todos dábamos por sentado que Mbappé estaría a estas horas en Japón jugando los amistosos de pretemporada con el equipo parisino. Las negociaciones para su salida se darían entre Fayza y Nasser mientras el jugador cumplí profesionalmente como actual jugador del PSG, pero saltaba la sorpresa cuando dejaban a Mbappé en tierra entrenando con los mal llamados “indeseables“.
El delantero está apartado del equipo, el cual completará su gira por Japón y Corea para ponerse a punto físicamente y abordar la temporada que está a punto de empezar donde el proyecto de Luis Enrique promete crear un verdadero equipo y dejarse de alineaciones del FIFA llenas de estrellas sin ningún orden ni disciplina.
Ante la negativa del francés a salir del club y de renovar, Nasser Al Khelaifi parece decidido a apartarlo del todo, llegando a amenazar con dejar al jugador en la grada toda la temporada, una acción de presión que ya realizaron con Rabiot en su momento. Pero en esta ocasión el sindicato de jugadores ya ha avisado al mandatario qatarí de la ilegalidad de esta medida y que, en caso de producirse, lo denunciarán.
Es por ello que hemos pasado de la grada al banquillo, siendo convocado pero sin jugar que, aunque a efectos prácticos es lo mismo, no es ilegal al si ser convocado por su entrenador, el cual debería lidiar entre seguir teniendo sentada a su máxima estrella como le mandan desde arriba o usarle para poder ganar títulos.
Contra las cuerdas.
Nasser Al Khelaifi se encuentra entre la espada y la pared, teniendo por un lado la presión de Doha de vender a Mbappé, de solventar los problemas financieros y evitar problemas jurídicos y por el otro lado a un jugador que no va a renovar pero que tiene derecho por contrato a quedarse un año más, cobrando un dineral prometido que podría quebrar el club y al que no pueden presionar sin jugar por poder concurrir en problemas legales.
El máximo mandatario qatarí está totalmente acorralado y ante sus banales intentos de sacar al jugador al mercado sabe que su única opción de supervivencia pasa por Florentino Pérez, el Real Madrid se ha convertido en la solución a un problema como quería conseguir el club de Chamartín.
La hoja de ruta y el plan establecido por los merengues están dando sus frutos, en esta partida de póker Pérez se alza como vencedor y ahora solo tiene que esperar, pacientemente, a que pase el tiempo y que Nasser termine por llamar aceptando los términos que le imponga el mandatario blanco.
