Parecía muy raro que un jugador como Miguel Gutiérrez, que lo está haciendo absolutamente increíble en el Girona, no atrajera las miradas de los mejores equipos de la Premier tipo Arsenal, Aston villa, Manchester United o Chelsea. Sin embargo el más atractivo de todos y el que es posiblemente el mejor equipo del mundo, aunque su clasificación en la tabla de la Premier no lo muestre actualmente, es el Manchester City de Guardiola. Efectivamente Guardiola también se fija Gutiérrez y entiende que puede ser uno de los cracks al por los que podría lanzarse la temporada que viene al mercado.
Lógicamente su precio es lo más atractivo, un jugador de estas prestaciones con un juego en el que está convirtiéndose cada vez más en jugador de interior, juego en el que pisa mucha área, conduce el balón, dispara y defiende. El jugador es objetivo de Pep Guardiola, de quien podremos pensar lo que queramos y todo puede ser cierto, pero del que no podemos negar que tiene un ojo clínico a la hora de fijarse en talentos mundiales y Miguel Gutiérrez está en la mira del técnico español.
Pep Guardiola se lanza a por Miguel Gutiérrez
Guardiola tiene al canterano madridista en su lista, ve en él un jugador que puede tener un enorme impacto tanto en el ataque como en la defensa, encajando perfectamente en el juego del Manchester City y dando ese salto generacional con un jugador que es, además, extremadamente jóven. Tras encontrar su sitio de mano de Míchel, deja atrás los errores defensivos que protagonizó en el pasado y se descubre como un jugador que promete llegar al top mundial.
El técnico catalán quiere seguir pescando en la Liga española, esta vez en un equipo que es parte del City Group como es Miguel, de quien el Real Madrid posee el 50% de los derechos. Por ello los blancos podrían optar por repescar al joven lateral, ya sea para venderlo por una mayor cantidad y quedarse con unos emolumentos bestiales o para tener a un proyecto de jugador realmente increíble ante la más que posible salida de Mendy y la poca confianza en Fran García por parte de Carlo Ancelotti.
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