A apenas un mes y unos pocos días para que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea emita su veredicto sobre la Superliga, el optimismo es reinante dentro de aquellos “implicados” en la creación de la misma. Hoy traemos la noticia de la Superliga más ilusionante posible.
Fuentes consultadas a A22 (la empresa que gestiona el día a día de la misma) por Doctor Jota afirman que reina el ambiente “optimista” y que el mensaje de Florentino el otro día al tocar el tema de la Superliga, fue muy claro y no por casualidad.
El presidente del equipo blanco, Florentino Pérez, insistió en la necesidad de la misma ante la manifiesta pérdida de audiencia a lo largo de los años por parte del fútbol europeo. Algo repetido por las mismas fuentes que señalan la amenaza saudí y la pérdida de competitividad, en especial del fútbol español con respecto a sus pares europeos, concretamente la Premier.
Dan casi por hecho que podrán proponer y organizar la misma, con el respaldo del TJUE, y solo dejan una duda en el aire: la posibilidad de tener que pedir autorización a UEFA, lo cual se antoja difícil, dando por hecho que el NO está garantizado.
Reina el optimismo, la noticia de la Superliga más ilusionante para el madridismo

En ese caso, habría que romper y tirar hacia adelante asumiendo algún tipo de movimiento sancionador por parte de esta institución, algo que clamaría al cielo en la Europa del libre mercado. Incluso el tener que pedir autorización suena a chiste.
Pero superado ese escollo, no parece que vaya a haber más problemas y barreras que los propios organizativos y culturales (ya que habrá como siempre, reticencias locales al cambio).
Por supuesto, y citando literalmente a la fuente, este paso será un antes y un después en el mundo del fútbol. Solo comparable a la Ley Bosman, o incluso a la creación de la Copa de Europa.
No mucha gente se acuerda de aquello, pero en cambio sí disfruta del legado de aquellos visionarios que lucharon por su creación. El fútbol europeo ganó interés y competitividad a partir de los enfrentamientos entre los mejores clubes del continente, y la ley Bosman permitió la internacionalización de ligas extremadamente locales, permitiendo la llegada de grandes estrellas de otros países que no hicieron más que aumentar el espectáculo y, por supuesto, la viabilidad del negocio a través de ingresos.
La Superliga, en definitiva es eso; crear un contexto futbolístico con marcado acento europeo (como siempre ha sido) que mejore la experiencia de los fans, y recupere la pasión por el buen fútbol que ahora, solo en contados partidos de Champions, podemos ver.
Comments 3