La relación entre Luis Enrique y Kylian Mbappé ha entrado en ebullición durante la última semana, así lo confirma Andrés Onrubia en el diario AS. Primero, por el partido contra el Dortmund, en el que el técnico asturiano, temeroso de la eliminación, ordenó a los jugadores del PSG que bajaran el ritmo, mientras que el francés quiso liderar una pequeña disidencia al intentar acabar primero de grupo, aun siendo consciente de que un gol rival les eliminaba de la Champions, era la mejor opción para el equipo según el francés. Segundo, por la posición del delantero en el campo, que sigue levantando ampollas.
Algo que nos adelantó TGM en el programa de Doctor Jota, donde dejó claro que mientras que Lucho busca la táctica perfecta y que sus jugadores acaten sus órdenes a la perfección, el delantero juega libremente por donde le da la gana, sin obedecer al técnico asturiano y desencadenando una guerra abierta entre los dos con miradas, declaraciones cruzadas y decisiones que auguran una salida a final de temporada; Luis Enrique o Mbappé, ambos no pueden estar juntos.
Guerra abierta entre Luis Enrique y Mbappé. Onrubia lo confirma

Tras el empate en el Pierre Mauroy, a Luis Enrique se le preguntó por el ánimo del francés, además de su posición de referencia. El ex-seleccionador español, contundente, apostilló que “Mbappé juega dónde él decida”, además de lanzar una indirecta respecto a su supuesta frustración, esgrimiendo que no disponía de “poder para ello”. Un mensaje que se interpretó, a tenor de las declaraciones, como un ensalzamiento del poder que ostenta Mbappé en el equipo.
El talento de Bondy, máximo goleador sin discusión de la Liga Francesa, con 16 tantos en 16 jornadas, ya protagonizó la temporada pasada un episodio similar. Su entrenador por aquel entonces, Galtier, decidió colocarle como 9, generando un debate en el que Mbappé ironizó en las redes sociales (el famoso #PivotGang) y con el que reconoció, en un partido con Francia, que se sentía mucho más cómodo con una referencia por delante que le hiciera aclarados. “Eso en el PSG no existe”, dijo.