El Real Madrid dejó completamente disipada cualquier duda que pudiera haber surgido hace unos días tras su derrota frente al Atlético de Madrid. En el primer test de fuerza de los de Ancelotti, el equipo blanco cayó, y las dudas comenzaron a surgir.
Pero enlazar 3 victorias consecutivas con la portería a cero y el broche de una paliza como la de ayer a Osasuna, no solo les ha devuelto el liderato del campeonato liguero, sino que además ha permitido recuperar a la afición del Bernabéu la fe en un proyecto que nación con dudas.
La primera fue la del cambio de dibujo, con novedoso 4-4-2 que nació más como producto de las circunstancias que del convencimiento de entrenador. El no fichaje de un 9 dejó un poso de críticas que estaría resonando como trompetas celestiales sino fuera porque Joselu se está encargando de cerrar la boca a todos los escépticos.
Por otro lado, el absolutamente inesperado rendimiento de Bellingham, que aunque se fichó para empezar a carburar ya, nunca nadie imaginó que pudiera hacerlo hasta el punto de igualar las marcas de Cristiano Ronaldo cuando pisó el césped de Chamartin por primera vez.
10 goles en 10 partidos y 3 asistencias así lo prueban.
Las sensaciones, además, que el equipo está dejando en la afición son como las de hace mucho tiempo. Aquellas en las que sabes que el equipo es de garantías, no de sorpresas. Miras el once y sabes que si no es uno es otro el que la va a liar.
Porque ya no es solo Bellingham, es que Vinicius ha vuelto y de qué manera. Y si no, Joselu, el Sparring utilizado por los más vinagres este verano para seguir empujando por Mbappé, sin ni siquiera concederle el beneficio de la duda.
A lo mejor Joselu no tiene el cartel de Haaland o el francés, pero es desde luego, es más, mucho más que Mariano. Lleva ya más goles que el hispano-dominicano y Hazard juntos, los últimos dos bluff del Real Madrid.
Y qué decir del aspecto defensivo, ese tan cuestionado por errores de concentración en los primeros compases del campeonato, que concedía con suma facilidad agujerear la portería en los primeros minutos al equipo rival, y forzar la épica sin necesidad en cada partido.
Ya no. El candado está puesto y no parece que haya intención de quitarlo.
El Real Madrid lidera la tabla de forma magistral justo antes del molesto segundo parón de la temporada. En un principio, no parece que haya rival lo suficientemente fuerte como para competir de tú a tú a los de Ancelotti.
Veremos si a la vuelta el equipo mantiene la velocidad de crucero y remata la faena antes de tiempo.
Solo falta la recuperación de Militao, Cortois y Alaba y lo tenemos todo.