En medio de todo este tsunami informativo, faltaba la pieza clave por hablar, que era el propio protagonista de la historia, Kylian Mbappé.
Lo hizo en una entrevista en La Gazzetta dello Sport donde desveló (al menos su versión) de lo que finalmente está sucediendo. El jugador quiso desmentir los rumores de que estaba en plenas negociaciones con el PSG por extender su contrato al año opcional de 2025 que figuraba en su renovación el año pasado.
Aunque nunca ha negado (de hecho, retuiteó una noticia de L´Parisien desmintiendo que se fuera a marchar) su deseo de seguir vinculado al club parisino hasta 2024 (fecha de vencimiento del mismo), muchos ven en este movimiento una artimaña del jugador para forzar su salida.
De hecho recalcó en la entrevista su felicidad y deseo de continuar un año más en París.
No negó tampoco su decepción con el proyecto parisino: “Para mí, ganar es todo, pero sabemos que el PSG ha tenido carencias“. Una frase en clara referencia a los rumores que se filtraron a lo largo de la campaña, dando a entender que Mbappé no estaba contento con la planificación de la plantilla que los dirigentes parisinos habían hecho, y muy decepcionado con los fichajes que habían traído, muy alejados de tops mundiales como Lewandowski o Zidane, que en teoría, eran los que se iban a sumar.
Su sensación de haber sido engañado llegó al punto que, al parecer, pocos días después de estampar su firma en la renovación, ya se estaba arrepintiendo (como bien decía Florentino a un aficionado en esas fechas).
Independientemente de la voluntad real del jugador (que poca gente sabe cuál es) lo cierto es que ha conseguido sacudir, una vez más, el árbol mediático, que ahora se agita en torno a su figura otra vez.
La guerra desatada entre él y el club, ya es imparable y parece inevitable que ésta termine en un divorcio sonado, en el que el Real Madrid termine figurando como la amante tras la ruptura.