Sorpresiva derrota de Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Shangai ante el búlgaro Dimitrov que acaba con las posibilidades de que el joven tenista español alcanzase el número 1 del ránking antes de final de año, un mazazo que alarga la estancia de Djokovic como el mejor del mundo. El español, que tenía un buen cuadro para ser campeón en Shanghái, cae ante un gran Dimitrov que terminó con ganar en 3 sets a Alcaraz (7-5, 2-6, 4-6). El tenista español no está mostrando su mejor cara en los últimos meses de una exigente temporada que tiene a Carlitos extasiado.
La temporada, muy exigente para él, se le está haciendo un pelín larga a Carlos Alcaraz. El español tenía un buen cuadro para ser campeón en Shanghái, toda vez que la mayoría de los favoritos (Medvedev, Sinner, Rune, Tsitsipas, Ruud, Fritz, Zverev…) se fueron para casa en las cuatro primeras rondas. Pero él tampoco fue capaz de pasar de octavos, la segunda vez que le ocurre este año en 15 torneos. Cayó pero, tiene mucho mérito.
La derrota de Alcaraz supone un mazazo, se queda sin ser número 1
A Alcaraz se le esfuma prácticamente la posibilidad de ser número uno del mundo al final de la temporada, en detrimento de Novak Djokovic. Necesitaba llegar, al menos, a las semifinales en su segundo torneo en China para mejorar sus complicadas opciones de adelantar al serbio y cosecha solo 90 puntos. Dimitrov se saca la espina de un mal cara a cara contra el murciano. No había podido arañar ni un set en tres partidos. Cuartofinalista del torneo en 2017, es uno de los dos campeones de Masters 1.000 (Cincinnati 2017) que siguen en liza, el otro es el polaco Hubert Hurkacz (Miami 2021). Es la quinta vez que supera a un top-10 en 2022.
Alcaraz ha llegado al tramo final del curso con la lengua fuera, con 72 partidos a sus espaldas, sin contar los cuatro que disputó en la Copa Hopman (dos de individuales y dos de dobles) y un excelente balance de 63-9, seis títulos (Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Queen’s y Wimbledon) y dos finales (Cincinnati y Río). Además, hizo semifinales en Miami, Roland Garros, US Open y Pekín. Y cuartos en Toronto. Su único desliz, la derrota en la tercera ronda ante el húngaro Marozsan, que ha llegado a cuartos en Shanghái, pero en aquel momento era 135º del ranking. Una mortal temporada que lo evidencia con el vendaje que asoma por debajo del pantalón en el muslo izquierdo desde Wimbledon.