Otra sombra como, además de la de Negreira, se cierne sobre las maltrechas finanzas del Fútbol Club Barcelona. Porque ya no es solo lo que hay ahora mismo en los juzgados sean investigados con respecto a esa trama arbitral que ha durado durante más o menos veinte años, sino que la propia delicada situación financiera del Fútbol Club Barcelona, ha hecho que se abra otro frente de batalla en el que tienen que luchar con las mismas ganas si quieren salir adelante.
Como ya es sabido y conocido, el Fútbol Club Barcelona vendió parte de su patrimonio para poder hacer frente a determinados pagos y salir adelante, además de cumplir con el Fair Play financiero. Barça Media fue precisamente uno de esos activos vendidos para poder salir adelante. Pero no fue de una manera convencional o usual, sino que se utilizó una compañía intermediaria, Mountain Co, precisamente para utilizar la entrada de esta empresa en la bolsa neoyorquina, concretamente en el Nasdaq, para canalizar y hacer a fluir más recursos e ingresos a Barça media.
Las maltrechas finanzas del F.C Barcelona
Lo que en un principio fue una gran idea como ha puesto que canalizaría los capitales de muchos inversores interesados, ha terminado convirtiéndose en una pesadilla, y es que el Nasdaq advierte a la compañía que se utilizó para entrar en el parque neoyorquino, Mountain Co, que si no consiguen pasar del número de cuatrocientos accionistas, puesto que esta cifra ha caído por debajo de este umbral en los últimos días, no podrán seguir cotizando allí. Y si efectivamente son expulsados, entonces la refinanciación del Barça podría quedar tocada y herida de muerte.
Aunque todavía están en el período de gracia, lo cierto es que esta advertencia suena casi a sentencia, teniendo en cuenta que va a ser muy difícil que haya alguien interesado en reemplazar a todos esos pequeños inversores que han salido corriendo tras la imputación del Barça y tras la imputación de Laporta en el caso Negreira.
Es por eso que, aunque son cosas diferentes, al final se relacionan teniendo en cuenta que la imagen dañada del Fútbol Club Barcelona, funciona como una fuerza expulsora de capitales y además de atracción de los mismos sea cual sea el mercado, plaza, o contexto.
En definitiva, un nuevo desafío para una institución que a día de hoy como aparece condenada a la transformación en Sociedad Anónima Deportiva con el fin de salir adelante.