Este martes marcó el final de una era en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con la destitución de Jorge Vilda, quien había estado al frente de la selección femenina de fútbol de España durante ocho años. La noticia fue comunicada por Pedro Rocha, presidente en funciones de la RFEF, quien informó a Vilda de su destitución de los cargos de seleccionador absoluto y director técnico del fútbol femenino en la federación.
El ciclo de Vilda al mando de la selección femenina española comenzó en 2015, cuando asumió el puesto en reemplazo de Ignacio Quereda. Durante su mandato, Vilda dirigió 108 partidos oficiales, logrando 75 victorias, 16 empates y 17 derrotas. El equipo anotó 310 goles y encajó 58. Uno de los logros más destacados de su carrera fue la victoria en la Copa del Mundo de 2023. Además, también se hizo con la Copa Algarve en 2017 y la Copa Chipre en 2018, ambos torneos oficiosos.
La oferta de Vilda recibida
A pesar de que Vilda recibió una oferta de renovación por parte de Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, durante la Asamblea del 25 de agosto, la actual Junta Directiva decidió poner fin a su relación con el técnico. A nivel legal, la oferta de Rubiales no tenía validez, por lo que Vilda negoció su finiquito, ya que tenía contrato hasta agosto de 2024, con un salario de 170,000 euros por temporada, según lo revelado por Rubiales en la misma Asamblea.
Vilda y el éxito temprano
A pesar de su éxito temprano, la imagen de Vilda como un técnico moderno y profesional se fue desgastando a medida que el rendimiento del equipo no cumplía con las expectativas. La falta de autocrítica y autoexigencia, así como su cercanía a Rubiales hasta el final, contribuyeron a su cuestionamiento y finalmente a su destitución.