Si hay algo que molesta especialmente al madridismo del Barça es la politización de la entidad catalana, convirtiendo a un equipo que debería ser universal en una suerte de insignia del supremacismo político catalán, que ningunea de una forma aborrecible a todo aquel que no sea de esa “etnia” catalana que pretenden crear. Una situación que lleva a que en periodos electorales en España se vivan tensos momentos donde el nombre del club se asocia a negociaciones entre los aspirantes al gobierno y el gobierno regional catalán, que intentarán salvar al Barça para seguir creando su máquina propagandística.
Tras el intento fallido del candidato del PP, Alberto Núñez Feijoo, es el momento de que Pedro Sánchez, actual presidente en funciones, intente reinstaurar su gobierno de coalición y, para ello, ya hizo oficial dos medidas que afectan directamente a Cataluña y los pactos con dos de los partidos independentistas más importantes; Junts y Esquerra. Con las amnistías a punto de convertirse en realidad, también se anunció la condonación de parte de la deuda, que asciende a un total de 15.000M de euros para la comunidad española.
Con la condonación de la deuda, intentarán salvar al Barça

Y es que resulta imposible no pensar que, con esos 15.000M de euros, una parte irá directamente a ayudar al Barcelona, tal y como afirma Paul Tenorio en Twitter, quien tras afirmarlo desata los lloros de la afición culé acusando al Madrid de recibir dinero del gobierno o de activar palancas imaginarias que solo se entienden en los mundos de fantasía blaugranas.
En un momento donde los culés viven con el agua al cuello, acusados por la justicia y ahogados financieramente, la política les puede salvar de nuevo, permitiendo que sigan viviendo al borde del abismo pero con una mano amiga que les mantiene firmes. Una historia que hemos vivido varias veces en España y que ya ni sorprende, al igual que todo español tiene claro que, con el Mundial de 2030, el nuevo Camp Nou se financiará con los impuestos de todos los ciudadanos mientras desde Can Barça siguen saltándose todas las normas financieras.