Ayer vivimos un auténtico atraco en Balaidos contra el Celta en un partido donde el equipo de Xavi volvió a mostrar una imagen apática, juego lento y con una falta de intensidad defensiva realmente preocupante para un equipo que, en teoría, debería estar en ese elenco de los grandes nombres de Europa. Sin embargo se volvió a demostrar la existencia del Negreirato.
Con un empate 1-1 y con un Celta que mostró una imagen bastante superior al conjunto catalán, el árbitro tuvo a bien pitar un polémico penalti en el minuto 96 tras un balón que, cayendo del cielo y sin ninguna oportunidad por parte de Lamine Yamal de disputarlo (le cae de espaldas), provocó que el defensor del Celta rozase con su bota en el culo del jugador hispano-marroquí al intentar despejar y este, con un gran desmayo, provocase dicho penalti.
Penalti polémico, pero el atraco se consumó tras pitarlo
Sin embargo el penalti no fue lo más escandaloso, ya que la pena máxima se repitió solamente cuando convino al Barça. En el primer lanzamiento, Lewandowski realiza una “paradinha” ilegal que hizo adelantarse al portero del Celta, quien terminaría parando el lanzamiento del polaco. Sin embargo se sancionó el adelantamiento del portero y se repitió el lanzamiento.
La segunda vez, Lewandowski volvió a realizar dicha “paradinha” ilegal, esta vez consiguiendo el ansiado gol, todo ello con Rapinha entrando antes de tiempo al área del combinado gallego. Sin embargo esta vez no se repitió el penalti, demostrando de lo que es capaz el arbitraje con tal de que el Barça no caiga fuera de la Champions e intentando por todos los medios que el equipo de Xavi escale hasta la 2ª posición para poder disputar la próxima Supercopa de España.
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